Royal Pizza nace en Móstoles en el año 1989, siendo la primera pizzería en el municipio de Móstoles. Dirigida por sus fundadores desde 1989, llevamos más de 30 años al servicio de nuestros clientes.
La masa es artesanal, sin colorantes ni conservantes y sin ningún proceso de congelación. Los productos son de 1ª Calidad.
No tenemos sucursales. Royal Pizza solo hay una: ¡¡¡LA AUTENTICA!!!
¿Que dicen de nosotros?
Pizzas de artesanía
Román Pueyo fue un emprendedor del año 1989
decidido a poner un negocio de hostelería en la
ciudad, especializado en la elaboración de pizzas
artesanas. Al frente del negocio hasta hace poco, ahora
sigue en la brecha su hijo Diego.
Esta pizzeria, familiar,
auténtica, con solera y
de trato entrañable por parte
de quienes lo regentan, trajo la
pizza a Móstoles para las delicias
de tantos y tantos vecinos
de la ciudad que recuerdan su
apertura, en 1989, con gran
cariño. Román Pueyo llegó
desde Madrid con una dilatada
experiencia en el sector de
la hostelería, decidido a darlo
todo en su propio negocio, pionero
en la ciudad, elaborando
pizzas artesanales con materia
prima de primera calidad
(como sus embutidos naturales
y la ternera y el pollo fresco, de
mercado). Su profesionalidad y
buen hacer a lo largo de todos
estos años colmaron de felicidad
a muchas niños que celebraron
aquí un buen número
de cumpleaños y meriendas.
Muchos continúan acudiendo
a Royal Pizza (en Pintor Murillo,
10 posterior) convertidos en
padres de familia ilusionados
con repetir la experiencia. El
trato familiar siempre fue un
valor añadido en este negocio,
que desde hace cuatro años
está dirigido por Diego, uno de
los hijos de Román. “Estoy muy
orgulloso de cómo lo lleva”
-confiesa- y recuerda que los
fines de semana, con los cines
que había al lado, el local estaba
siempre abarrotado de público,
llegando a preparar algún día
hasta 250 pizzas.
Aunque los tiempos han cambiado
mucho, Diego ha sabido
adaptar esta pizzería familiar
a la demanda actual en estos
tiempos difíciles sin perder un
ápice de su esencia. Es decir,
apostando por los mismos
métodos
artesanales que su padre
le ha enseñado. Cada día se
elabora artesanalmente la masa,
sin proceso de congelación
alguno, y el estirado y horneado
también son manuales, en
el mismo horno de piedra que
ha hecho las pizzas desde el
primer día. Diego también ha
sabido aportar al negocio un
toque fresco y novedoso, ampliando
la carta con pizzas de
nuevos ingredientes e incorporando
otras recetas. Familias y
jóvenes (sobre todo en verano,
con la terraza) siguen llenando
este local, que durante años
abasteció al festival de música
Festimad de miles y miles de
pizzas, granjeándose sin saberlo
una amplia clientela de público
no siempre de Móstoles. “Hasta
aquí siguen viniendo clientes
que no son de la ciudad”, concluye
Román, que desde que
se casó vive en Móstoles, en
Estoril II, como uno más de la
ciudad.
Fragmento de la Revista Municipal de Móstoles Ciudad, (Num. 39 Marzo/2015 pag.25).
Descargar en PDF => Revista Municipal Marzo 2015 numero 39 25